lunes, 10 de noviembre de 2008

Sitges ´08 : Let the right one in


Una de las sensaciones del Festival fue Let the Right One In, y a muchos sorprendió, a mi el primero (yo dije que ganaría incluso antes de verla), que acabara sin llevarse algún premio. Cosas de los jurados de festivales, en los que las manias personales se anteponen a la calidad real de lo visto.
Sin ser la que más me gustó, esta pelicula tiene un merito que la pone por encima del resto, el de aportar una visión nueva a un género tan quemado (ja!) como el de los vampiros.

Desde el primer plano uno se da cuenta que esta pelicula es especial: Oskar, el angelical protagonista, comienza a clavar su navaja en un arbol, amenazándole para que grite como un cerdo.
Con una sobriedad y una calma del que sabe que lo está haciendo bién, el director Tomas Alfredson se decanta por los sentimientos y el drama interno antes que por el exhibicionismo y la sangre fácil. Eso no quiere decir que no haya violencia, que la hay, y de la que más duele, que es la seria, la cuchillada seca, el corto gemido en lugar del grito, y es que no podía ser de otra manera en esta pelicula en que la acción transcurre lenta, pero en el que podemos sentir el dolor de los personajes.

El rubito Oskar y la oscura Eli, cada uno sufre a su manera: él , el maltrato escolar, ella, el hambre, el ansia, el instinto.El uno encuentra en el otro una via de escape, un momento de sentirse "normales", alguien que por fin le entiende. La relación entre los dos crios y como avanza esta expuesta - y resuelta- de una manera sensacional, a traves de pequeños detalles, de miradas, de sensaciones. El mismo juego del código morse es un recurso muy original para reflejar el tipo de intimidad que consiguen tener los dos , aún estando separados por el (doblemente metafórico) muro.

Una de las cualidades principalles de la peli, es que no se detiene ni se corta en nada. Y si, tenemos esa história de amor en progreso, pero a la vez tenemos la dureza del adulto que cuida de la niña, que asesina para conseguir sangre, para ella, o los ataques de la misma niña, inesperados, o el summum que representa la escena de la piscina. Y esa violencia en el silencio de un frío bosque nevado, en un oscuro y frio callejón... realmente no se me ocurre mejor localización para esta história que la que tiene, no se puede ambientar mejor la desolación, la soledad, y la brutalidad que en esos glaciales apartamentos de las afueras, y en esos parques solitarios.

Basada en una novela de John Ajvide Lindqvist, que se encarga también del guión, esta es una de esas películas que, más allá de lo que realmente explica, tiene un mérito añadido por buscar el modo menos convencional para hacerlo, por buscar caminos nuevos y aportar otras posibilidades para un género tan anclado en el mito de Lugosi, del murcielago y el mordisco en el cuello como es el cine con vampiros. Let the right one in demuestra que no hay porque ceñirse al pasado ni optar por el videoclip y el bombardeo de imagenes.

Se mire como se mire, una de las peliculas imprescindibles del año.

8´5 de 10

1 comentarios:

Victor M. dijo...

Me ha faltado decir que el cartel parece un anuncio de Vodka Absolut.