El peligro de hacer una pelicula sobre un personaje que padece demencia, o que es un drogadicto, es querer reflejar su caos interior haciendo que la película sea caótica directamente, entrando en una espiral en la que todo vale y las palabras "coherencia" o "entendible" estan apagadas o fuera de cobertura.Hay gente que domina el tema, como Lynch o Terry Gilliam, pero la mayoria no lo domina en absoluto. En esos casos el espectador se queda fuera normalmente, y el único capaz de disfrutar es el director de la peli, que se lo ha pasado pipa poniendo todas esas incongruencias en celuloide.
Este es uno de esos casos: si alguien le encuentra el sentido a algo de lo que pasa en esta peli, le ruego me lo explique.
William J. Frick, escritor de renombre en el mundo de la sci-fi, esta en pleno bache intentando acabar su nueva novela: la primera después de tener una "iluminación". En ese estado, sin dormir durante dias, y drogado hasta las cejas, comienza a tener alucinaciones, sueña con su actriz favorita...y entonces "realidad y ficción se unen."
El trailer ya daba mala espina: una locura de imagenes extrañas con un Bill Pullman barrigón. Pues bueno, pòr una vez el trailer refleja perfectamente lo que es la pelicula.
Inspirada en los últimos años de vida de Phillip K. Dick, no lo hace con la seriedad con la que lo hacia Crumb en aquella historieta llamada "La Experiencia Religiosa de P.K.D.", sino que todo acaba pareciendo un sinsentido en el que la história acaba perdiendo el norte , la gracia y que lleva al espectador al sopor y la desesperación por dejar de ver semejante truño. El mcguffin es el "ultimo capitulo" del nuevo libro del escritor, que todo el mundo desea encontrar..pero no existe todavia, puesto que no lo ha escrito. Un mensaje filosófico tremendo, sin duda.
Quizás en realidad esté llena de guiños que los fans hardcorianos de PKD encontrarán apasionantes, para mi se trata de un desfile de personajes estupidos en que no faltan los agentes secretos, la ex-mujer gafotas, la femme fatale y sus clones, hologramas, personajes capaces de cambiar de sexo y unas cuantas cosas más que he conseguido sacar ya de mi mente.
Entre lo poco bueno de estas cási dos horas, supongo que debo mencionar la actuación de Bill Pullman, protagonista absoluto. El bueno de Bill hace todo lo que le dicen en la peli, sale en calzoncillos, se tira por los suelos, llora, se droga... en fin, show total pero de los malos, a ratos de los de verguenza ajena.
Curiosa la presencia de una recuperada Traci Lords, afeada con unas gafas grandotas de culo de vaso. Tiene un monologo bastante largo en el que le mete la bronca al prota del que sale bastante airosa.
Sólo faltó un cameo de Dennis Hopper para que la peli fuera lisérgica del todo.
Un peñazo, asi de claro, como para salir corriendo en la dirección contraria.
3 de 10
1 comentarios:
Lo chungo es que mientras la veía no me parecía mala...
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