miércoles, 17 de diciembre de 2008

Admiral


La rusa Admiral, de Andrei Kravchuk, es un auténtico blockbuster en su pais. La mezcla de acción espectacular y drama romántico funciona a las mil maravillas en las taquillas rusas, de la que nos llegan cada vez más titulos interesantes.

Esta superproducción relata la vida del Almirante Alexandr Kolchak, jefe de la armada naval en la Rusia zarísta, su ascenso en la cadena de mando, sus gestas heróicas, y también sus experiencias cuando estalló la revolución comunista.
No os asustéis: aqui hay bastantes escenas de batalla y mucho romance, el de Kolchak y la mujer de su segundo de abordo (toma ya), Anna Timireva.

Esta es una película épica, de esas en la que todo es más grande que la vida, y no me refiero sólo a las escenas de batallas navales, como la alucinante escena inicial, en la que el barco de Kolchak se ve perseguido por un superdestructor alemán, sino también en esa parta de drama romantico - amor imposible.
La peli triunfa bastante en todos los aspectos, tanto en el de drama histórico serio, especialmente desde el punto en que se empieza a sentir la llegada de la revolución, mostrando las diferentes actitudes al enfrentarse a la destrucción del sistema político y militar, como en la história de amor, frio y desapasionado, como debía de ser la sociedad por entonces.

La razón principal para que tuviera ganas de ver esta peli es Konstantin Khabenskiy, el carismático actor ruso conocido sobretodo por su papel de Anton Gorobetsky en Los Guardianes de la Noche/ del Dia, también visto en Wanted de nuevo a las ordenes del "visionario director " Timur Bekmambetov. Khabenskiy está sensacional en su papel de hombre frio y serio, pero a la vez con un poder de liderazgo fuera de lo común. Realmente se echa la película la espalda y tira de ella haciéndo de manera impecable lo que a otro le hubiera quedado un Grandes Relatos.

La dirección no está nada mal, Kravchuk hace un buen trabajo, muy tradicional en las escenas de "cortesanos", y un tanto videoclipero a la hora de las escenas de acción, que cuentan con unos efectos especiales muy, muy considerables. Se nota cuando hay presupuesto, y la verdad es que son un plus, así como el espectacular sonido, no me quiero ni imaginar lo que tiene que ser verla en un cine. Ese presupuesto también se nota en la espectacular puesta en escena, una recreación histórica sensacional en la que están cuidados todos los detalles.

Una buena película para conocer una parte de la história no tan conocida -la rebelión a la rebelión-, disfrutar con una nueva oportunidad de ver a Khabenskiy en acción, y descubrir un poquito más del cada vez más atractivo cine ruso.

7 de 10

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