Este Salón del Manga ´07 traía una de las novedades de Ponent Mon, la muy reciente continuación del debut de Aurélia Aurita, Fresa y Chocolate.
El manga sobre sexo a todas horas y las dificultades de afrontar la relación de la autora con el gurú del Nouvelle Manga (si es que tal título existe) Fréderic Boilet,que son los dos protagonistas básicos del primer album, deja paso a más sexo, si, pero también a un mayor desarrollo de personalidades.
En este tomo vemos como Chenda (el nombre auténtico de la autora), se encuentra desarrollando lo que es su primera obra, mientras afronta los diferentes problemas de mantener una relación con Fréderic, por diferencia de edad, por la distancia que les separa geográficamente, por los celos y los complejos de la propia Chenda.
Por supuesto, el amor siempre gana.
El primer tomo me gustó por su desinhibición y por ser tan divertido con un tema tan proclive al chiste sucio como es el sexo.Este segundo me ha gustado lo mismo o más por, partiendo de esa base, dar un pasito adelante y dar mayor amplitud a su história (un romance que es de esos más grandes que la vida, en que la pareja supera todo tipo de obstaculos para estar juntos, la realidad supera a Danielle Steele en este caso), con factores importantes como el afrontar el pasado, o la baza racial, todo ello con el mismo estilo visual naïf y desenfadado que hace de este un comic divertido y tierno.
Aqui vemos como su historia de amor va avanzando, y con ese avance llegan los primeros problemas que surgen de manera natural.Así el fantasma de los celos (la fama de ligón de Boilet le precede,por lo que se ve) toma forma en las firmas de ejemplares del autor, alos que Chenda tiene que acudir de incognito, puesto que no quieren que se sepa de su relación hasta que se publicara el primer album de la autora (o sea, el primer Fresa y Chocolate).Me ha parecido una parte de la história muy sincera, una parte quizás incluso más privada que la sexual.
Y lo mismo con el tema racial, una parte que seguro ha marcado a la autora y que aqui nos muestra, de nuevo, sin reparos, un tema que seguro es tan doloroso para ella por lo que nos muestra en las escenas de recuerdos de su infancia.
A la pareja esta vez se les une un tercer "personaje", Kan Takahama, la dibujante de Mariko Parade de Boilet, que enseguida se hace amiga de Chenda por tratarse también de una persona muy deshinibida.Ella animará a Chenda cuando esta empiece a tener inseguridades al respecto de su relación.
Me ha parecido un acierto incluir a este personaje,para dar ese paso adelante que mencionaba y no estancar la obra en un diálogo de enamorados, con ella tenemos otra visión de la relación que hace que la história gane.
El estilo de dibujo de Aurita me sigue pareciendo igual de bueno a pesar de su aparente simpleza, y es que si de transmitir sentimientos se trata, la autora lo consigue en todo momento, creando una obra tan íntima, llena de ternura y buenas vibraciones.
Espero un tercer tomo, o como mínimo cosas nuevas de esta autora, que con su visión natural y sensible me ha vuelto a encandilar de nuevo.
8 de 10
0 comentarios:
Publicar un comentario